Observó que faltaba un Buda de madera, y preguntó:
— ¿Dónde está la estatua?
El otro señaló al fuego con un gesto y dijo:
— Pensé que iba a morirme de frío…
— ¿Estás loco? ¿Sabes lo que has hecho? Era una estatua de Buda. ¡Has quemado al Buda!
El fuego iba extinguiéndose poco a poco. El asceta lo contempló fríamente y comenzó a removerlo con su bastón.
— ¿Qué haces ahora? —vociferó el sacerdote.
— Estoy buscando los huesos del Buda que, según tú, he quemado.
COMENTA QUE PODEMOS APRENDER DE ESTA HISTORIA?